¿Qué es Unidad Cívica por la República?

  Miguel Jordá

          Unidad Cívica por la República inicia su andadura el mes de Junio del año 2002, como asociación para “difundir la cultura republicana y su aplicación en el Estado Español” según los Estatutos registrados en el Ministerio del Interior el 5 de Septiembre del mismo año, por tanto no somos ni pretendemos ser un Partido Político.

         En el Manifiesto presentado en acto público en el Círculo de Bellas Artes de Madrid se REIVINDICA:

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             Tras la experiencia de estar presentes en numerosos actos de participación ciudadana y a tenor de las idéas expuestas, tras un mínimo de análisis de la sociedad que nos envuelve podemos manifestar una vez más que se puede ser de derechas y republicano, pero jamás de izquierdas y monárquico o Juancarlista, como se atreven a manifestar personas con cargos de responsabilidad política de partidos supuestamente obreros.

          Hay, en la práctica, personas que potencialmente pueden ser republicanas, pero con idéas retrógradas que dicen:

a)      El tema de la República no es prioritario.

b)      Mi partido es “posibilista”.

c)      Con una Monarquía Parlamentaria podemos tener los “valores republicanos” (El País)

d)      Los “folklóricos”, su memoria histórica no vá más allá del 14 de Ablil del 31, en que “llegó la República” como si hubiese sido un regalo ocasional y un Don Manuel Azaña, caído del cielo.   

e)      Lerrouxistas, demagogos y provocadores que en todas las épocas de ruptura democrática los ha utilizado el Poder, contra los demócratas.

 

        (Claro que muchos de estos a la primera ocasión como buenos oportunistas seran  “republicanos de toda la vida”)

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Para Unidad Cívica por la República que evidentemente como nos enseña la Historia y la Razón, el Poder no viene de Dios y en nuestra sociedad siempre se ha impuesto por la violencia, guerras y represión o su amenaza, legitimado por creencias ajenas a la Libertad Igualdad y Fraternidad social y política, debemos pues hacer cuanto esté en nuestra mano, esfuerzo y capacidad de sacrificio para que el Sistema neoliberal actual que es herencia del liberalismo bipartidista que se estableció el siglo XIX después del absolutismo de los Borbones que según Felipe V fue Rey de España por Derecho de Conquista.

             Tanto los ciudadanos como las instituciones, a todos los niveles, deben administrarse con transparencia,  aportando todos según sus posibilidades, esfuerzos, al bien común y así ser equitativos para la debida atención y cobertura de las necesidades sociales, de instrucción pública, cultura, estructuras a favor de todos los ciudadanos e instituciones que componen la sociedad.

          Todos tenemos derecho de recibir según las necesidades, pero también todos tenemos obligaciones para aportar al bien común según nuestras capacidades. Debemos ser conscientes de nuestra pertenencia a una sociedad justa y equitativa, es cuestión de dignidad.

          Con los avances de la ciencia, la técnica, acumulación de capital, excedentes agrícolas y demás medios conseguidos  por los sacrificios y esfuerzos de las generaciones anteriores y a los que hoy día se producen, no es de justicia ni responsabilidad social, humana, que en nuestro mundo haya marginados, hambre, miseria y miedos. Esto solo puede solucionarse con autentica Democracia- La República que nosotros reivindicamos.

          Para nuestra generación es una vergüenza, un ultraje que en las calles de Madrid (como en otras localidades) frente a los Nuevos Ministerios esté la figura a caballo del mayor asesino de nuestra historia por el número de muertos habidos en tres años de guerra y decenios de la postguerra, represaliados/as de todas las clases sociales y exiliados por el único motivo de haber servido a la República con cargos y responsabilidades políticas, sindicales, obreros, campesinos, maestros, médicos cientificos catedráticos entregados/as al servicio de la sociedad y cuantos se negaron a asumir aquello tan mezquino de “Dios, Patria y Rey “, y “Una, Grande y Libre”que soñaba José Antonio. Siempre la Iglesia Católica ha legitimado a los reyes, dictadores y sus secuaces.

          Hoy no podemos olvidar que de las Cortes francofalangistas/monárquico/opusdeístas con obispos incluidos aparecieron “demócratas de toda la vida”, con la Monarquía, de Juan Carlos I el cual no juró la Constitución, pero sí había jurado los principios del Movimiento Nacional.

          Esperar que se rectifique todo esto por los partidos políticos hoy en el poder es una quimera.

          Por todo ello y mucho más no podemos dejar lo “Político” a los políticos profesionales lo “Militar” a los militares ni la “Enseñanza”al clero. La sociedad civil debe plantar cara, denunciar la corrupción y engaño en lo político y social; la Historia se repite: el Bipartidismo hoy entre PSOE  y PP – liberales y conservadores – Sagasta y Cánovas como en el sigloXIX la Historia se repite, el caciquismo en Ayuntamientos y Comunidades. Inversiones en “ladrillo” financiando/corrompiendo a los partidos que no subsisten con las cuotas de sus afiliados. No son libres sus militantes para controlar y elegir a sus llamados líderes. Los partidos en el poder son estructuras del Estado por encima de la sociedad, son como ejércitos de ocupación que controlan todos los poderes o los poderes financieros les controlan a ellos, de forma que las víctimas una vez más son los súbditos que están limitados a votar cada cuatro años, sin referencias de cambios políticos, sociales reales ya que los que mandan no son responsables ante el pueblo. Encima está el poder de la Monarquía – Institución que como su instaurador el Caudillo Franco solo es responsable ante “Dios y la Historia”.

 

          En la II Jornada por la República celebrada el 15 de Noviembre de 2003 en Madrid se acordó la recogida de firmas por el Manifiesto por la III República, ratificándonos en las reivindicaciones del  primer manifiesto de 2002, con el compromiso para instaurar la Democracia, decíamos y mantenemos:

                                                             “Somos aquellos y aquellas que por vivencias personales y hondas convicciones republicanas, mantenidas en la adversidad, no pueden olvidar ni renegar del único momento historico en que el Pueblo Español fue protagonista de una ruptura democrática: La II República Española”

          Los ciudadanos y ciudadanas de UCR nos consideramos moral y políticamente desvinculados de la Constitución Monárquica de 1978. Para cualquier circunstancia que nos obligue a posicionarnos, mediante juramento o promesa, usaremos la fórmula de “por imperativo legal”.

          Si observamos y analizamos esta sociedad. Nos interrogamos sobre el QUÉ, el PORQUÉ y el CÓMO de lo que ocurre. Juzgamos la Administración y a los que mandan (que no gobiernan), debemos actuar para conquistar lo que como ciudadanos aspiramos,  La República. Los mismos motivos que existían para rebelarse contra el franquismo existen hoy para acabar con la Monarquía.

 

                      Octubre  2004        

                                                                                               Miquel Jordá.

 

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