En
el 74 Aniversario de la proclamación de la II República Española
Manifiesto 14
de Abril de 2005
*
Ciudadanas,
ciudadanos:
En
el setenta y cuatro aniversario de la proclamación de la II República Española,
las organizaciones políticas y ciudadanas de carácter republicano,
comprometidas con los ideales de Justicia, Libertad, Igualdad y Fraternidad y
herederas del legado que representó el establecimiento de la II República, del
bagaje social, cultural y emancipador que significo para la ciudadanía y los
pueblos del Estado Español el 14 de abril de 1931, suscribimos y hacemos público
el siguiente manifiesto:
Ante
todo, es obligado manifestar que los que suscribimos la presente declaración,
somos aquellos y aquellas que por vivencias personales y profundas convicciones
republicanas, mantenidas en el tiempo y también en la adversidad, no podemos
olvidar la única ocasión histórica en el que el pueblo español fue sujeto
activo de una ruptura democrática que posibilitó el derribo de monarquía borbónica
y la instauración de la II República.
La II República, cuyas Cortes elaboraron la
Constitución más avanzada de su tiempo, suscitó el entusiasmo del pueblo con
un programa de profundos cambios en las viejas estructuras políticas, sociales
y económicas de nuestro país. Cambios político-sociales que, con el apoyo
mayoritario de la ciudadanía,
de la clase obrera y de sus
organizaciones,
de la intelectualidad y de la cultura, acabó con
los ancestrales privilegios de las oligarquías agrarias y financieras
amparadas por la monarquía borbónica. Con la II República, se promulga la reforma
agraria; la separación entre la Iglesia y el Estado se lleva a efecto; se
institucionaliza la enseñanza laica, se combate el analfabetismo; la mujer
obtiene el derecho a voto; se legalizan el aborto y el divorcio; la Paz se eleva
a rango constitucional como así lo reflejó su artículo 6 y se reconoce la
pluralidad del Estado español dando respuesta política a los derechos
históricos de Cataluña, Euskadi y Galicia y a sus legítimas aspiraciones. En
consecuencia, los valores y principios que emanaron de la experiencia de la II
República, la ética civil, la fraternidad entre los pueblos y sus ciudadanos
siguen siendo hoy, plenamente vigentes.
En
esta fecha, también es oportuno abrir un espacio a la Memoria y rendir homenaje
a aquellos republicanos y republicanas de toda condición que, en defensa de la
legalidad de la II República, luchando por la libertad y la democracia, ya
durante la guerra civil provocada por el golpe de estado fascista de 1936, ya en
los campos de Europa participando en su liberación del nazismo, ya desde
guerrilla, o desde la clandestinidad
durante la larga noche de la dictadura franquista, dieron su vida,
sufrieron represión en cárceles y campos de concentración o padecieron
exilio. Desde aquí, reivindicamos su ejemplo, su generosidad y su contribución
a la causa de la República; el mayor reconocimiento, el mejor homenaje que hoy
podemos dedicarles, es continuar su lucha, haciendo república en todos los ámbitos
de nuestra actividad política y social,
reafirmando así nuestro compromiso hasta la consecución de la III República.
Pero
no es nuestro propósito hacer de esta conmemoración un acto meramente nostálgico
sino reivindicativo. En este sentido, tras más de un cuarto de siglo desde que
fuera aprobada la constitución monárquica, los republicanos volvemos hoy a
manifestar nuestro rechazo a una constitución heredera de la dictadura,
redactada bajo la presión de los aparatos represivos del franquismo y que en un
clima de amenazas de intervención militar nos impuso un
monarca que ya había demostrado, sobradamente, su fidelidad al dictador.
De
la misma manera, tampoco podemos aceptar una constitución que nos hurta la
posibilidad de elegir forma de Estado, que, al tiempo, no contempla una
estructura Federal del
mismo, que igualmente, significa una burla a la independencia entre la iglesia
y el Estado, al estado laico que propugnamos, dando carta de naturaleza al anacrónico
concordato con el Vaticano de 1953 que garantiza la enseñanza de la religión
en la Escuela Pública, que, al tiempo, institucionaliza las subvenciones a la
enseñanza religiosa, el sostenimiento de su profesorado, del clero y sus
instituciones. Constitución, asimismo, en la que la separación
de poderes es una ficción, la Justicia es un instrumento en manos del
gobierno de turno y se utiliza arbitrariamente para recortar derechos y
libertades como es el caso de una Ley de Partidos que posibilita el cierre de
medios de comunicación, que criminaliza a movimientos sociales e impide a
cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas a elegir y expresar su voluntad en
las urnas.
Con
no menos convicción, negamos una constitución que a lo largo de estos años ha
sido incapaz de dar respuesta a los graves problemas que persisten en nuestro país.
Hoy, las condiciones de vida de la mayoría de la ciudadanía, son cada vez más
insostenibles; el paro continúa en cotas preocupantes; el treinta por ciento de
los trabajadores, principalmente mujeres y jóvenes tienen contratos precarios;
no se pone coto a los accidentes laborales y cada día mueren cuatro
trabajadores por esta causa; los inmigrantes sufren condiciones de trabajo que
rozan la esclavitud; millones de jóvenes carecen de vivienda en un país con más
de tres millones de pisos vacíos; la mayoría de las pensiones no alcanzan el mínimo
vital y cada día son más exiguas por el impacto de los precios, del
euro y como consecuencia
una política fiscal
injusta que sigue beneficiando fundamentalmente a las rentas más altas y
al capital financiero. Política fiscal regresiva que, al tiempo, incide
negativamente en la calidad de los servicios públicos y cuyo deterioro se hace
más patente en la sanidad y en la educación.
Y
mientras la estructura económica española se cierne cada vez más débil; en
tanto la política de la Unión Europea, favorece las privatizaciones y la
deslocalización de empresas; mientras se continúa con el desmantelamiento del
ya raquítico sector público y se impone un neoliberalismo económico brutal al
servicio de las multinacionales, no se vislumbran políticas ni voluntad para
solucionar estos viejos problemas, un año después de la victoria electoral del
PSOE, y máxime, si añadimos los contenidos del tratado constitucional europeo,
aprobado recientemente en referéndum y de tan patética forma.
Sí,
un año después de aquel 14 de Marzo en el que la ciudadanía, en una
movilización sin precedentes, se rebelara poniendo en las urnas su rechazo a la
guerra, a las mentiras, al horror terrorista y su solidaridad con las víctimas
del 11-M, posibilitando la derrota del PP y de sus rancias políticas, el
Gobierno Zapatero, más allá del cumplimiento del compromiso de retirar las
tropas de Iraq, que celebramos, lejos de acometer los
problemas que hemos enunciado con iniciativas legislativas que resuelvan
las demandas sociales, se dispone, retomar su alianza con el “amigo
americano” enviando tropas a Afganistán y Haití; eludiendo compromisos trata
de encauzar sus relaciones Iglesia Católica con nuevas concesiones; e,
igualmente, con el concurso de la derecha,
se dispone a llevar a efecto la reforma de los estatutos y de la borbónica
constitución de 1978 con el aderezo de unos grandes fastos con motivo de la
XXX Aniversario de la proclamación como rey de Juan Carlos y como
sucesor de Franco en la Jefatura del Estado,
dando así por zanjada la transición y legitimando definitivamente la
monarquía.
Consecuentemente,
desde las organizaciones republicanas que suscribimos el presente manifiesto
declaramos que vamos a continuar la lucha, a redoblar el esfuerzo en combatir
estas políticas y estas propuestas porque, desde nuestras más firmes
convicciones republicanas, estimamos que, tanto las cuestiones relativas al
modelo de estado, como los graves problemas políticos, económicos sociales que
acucian a la sociedad española, sólo tienen respuesta
con la movilización social, aunando esfuerzos por aglutinar a las
fuerzas políticas y sociales en torno a un proyecto republicano que, superando
el actual régimen monárquico, propicie la ruptura democrática y el inicio de
un proceso constituyente.
Por
los derechos sociales y políticos de de los ciudadanos y ciudadanas.
Por
una democracia participativa
Por
la independencia nacional y la solidaridad con los pueblos.
Por
la consecución de
la legítimas aspiraciones de los pueblos de España.
Por
una república federal laica y solidaria.
¡Viva
la República! ¡A por la Tercera!
Madrid,14
de Abril de 2005
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Suscriben el presente Manifiesto:
Izquierda
Republicana, Partido Comunista de España (PCM); Partido de Acción
Socialista (Pasoc); Acción Republicana Democrática de España (ARDE);
Unión de Juventudes
Comunistas de España (UJCE); Unidad Cívica por la República (UCR).
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Las organizaciones que deseéis suscribir el presente manifiesto podéis
dirigirnos un Correo
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