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Ni qué decir tiene que en nuestra lucha  por la República, la reforma de la Ley  Electoral y la derogación de la Ley de Partidos son inherentes a construcción republicana que propugnamos y, ante el evento electoral del 27 de mayo, ni estas carencias ni la aplicación de leyes de excepción como la Ley de Partidos, pueden llevarnos al desánimo y a la abstención. 

Porque la República no nos será dada, habrá que ganarla. Conquistando espacios de poder, en las instituciones, parlamentos y ayuntamientos a las fuerzas conservadoras que representan los intereses de las oligarquías empresariales, religiosas y financieras; combatiendo sus políticas neoliberales, la deriva  antisocial, de recorte de libertades, de mentiras y guerra que patrocinan; también recuperando áreas de influencia en el seno en las organizaciones sociales y de las fuerzas políticas de la izquierda aún reticentes a un cambio republicano. Por ello, para que la República sea una realidad, que lo será, sin duda, es ineludible la participación en estos comicios de todos los que anhelamos el establecimiento de la República, para que los valores de justicia, de libertad, de igualdad y de solidaridad que los mismos representan, estén presentes en cada ayuntamiento y en cada parlamento de nuestras comunidades y nacionalidades con el apoyo de una masa social republicana, fuerte y activa, que incida en todos los ámbitos de la sociedad, en lo político, en lo social y en lo cultural, y como germen necesario en cada villa, pueblo o ciudad del Estado para que cuando alcancemos la III República, como aquel glorioso 14 de abril de 1931, en aquellas elecciones municipales que nos trajeron la II República, el terreno esté abonado.  

Por que República, no es otra cosa que la gestión democrática del Estado y de lo Público conforme al interés general. De ahí nuestro llamamiento a la participación de los republicanos en las elecciones del 27 de Mayo; de ahí nuestro apoyo aquellas fuerzas políticas que, presentándose a estas elecciones, propugnan la República Federal, Laica y Solidaria como forma del  Estado y nuestro llamamiento al voto a aquellas candidaturas que defiendan y apliquen los valores democráticos que la misma representa; que se postulen con modos de proceder ejemplares, donde la eficacia y la honestidad sean sus señas de identidad; cuyos programas se fundamenten en la defensa de los derechos sociales; en la salvaguardia de las empresas públicas y de los servicios públicos; en la protección de la escuela pública laica, de calidad y gratuita a todos los niveles; en medidas que faciliten el acceso a la vivienda pública en régimen de venta o alquiler asequible; en iniciativas que promuevan el empleo y atajen la precariedad; en la promoción de la igualdad y solidaridad, de la convivencia y la multiculturalidad frente a la discriminación y el racismo; en la recuperación y dignificación de la Cultura y de la Memoria Republicana; en medidas eficaces para la protección del medio ambiente, que combatan la especulación inmobiliaria y que erradiquen la corrupción.  

Cuestiones  que habrá que plantear y defender en cada ayuntamiento, en cada parlamento y en la calle y que, de alcanzarlas, redundarán en beneficio de todos, contribuyendo al avance del republicanismo y la consecución de la III República que, sin duda, será la que, definitivamente, devolverá al Pueblo sus derechos, sus garantías y su dignidad. 

-Por la convocatoria de un referéndum Monarquía-República

-Por el inicio de un proceso constituyente

-Por la República

¡Viva la III República!

Unidad Cívica por a República, Mayo de 2007