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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

Unidad Cívica por la República

La Propuesta República para la Construcción de la III República


Documento aprobado en Asamblea General Extraordinaria UCR el 17 de Octubre de 2009

 

Presentación


   El objetivo de este documento es presentar una serie de planteamientos y propuestas que desde UCR hacemos a la sociedad para la consecución de la III República  y a la que hemos denominado, "
La Propuesta República para la Construcción de la III República".

 

 


    Muchas de las ideas, iniciativas  y propuestas  que han sido recogidos en este documento son consecuencia del los análisis y manifiestos que ya forman parte del bagaje de UCR, como el
 "Compromiso por instaurar la Democracia",  "Regenerar la Democracia" y la "La Propuesta Republicana", en otros casos, son cuestiones mas o menos controvertidas sobre las que formar criterio y, en otros tantos, son líneas de pensamiento y propuestas de contenidos para la acción que, todo ello en su conjunto, se ofrecen para un debate abierto y plural.

 

Las aportaciones  y sugerencias que nos enviéis,  se someterán a debate en las Jornadas Republicanas. La próxima está prevista para Noviembre de 2007. Puedes enviar tus aportaciones a:  Correo  

 

       Como base de partida, consideramos que la formulación de la alternativa republicana precisa examinar una serie de temas actuales de especial importancia. Nos referimos, como más relevantes, a la Crisis Económica, la Memoria Histórica, y, cómo no, al marco general de Agotamiento en el que, en nuestra opinión, se encuentra el actual modelo constitucional.


A partir de ahí, la formulación de la propuesta necesita disponer de un consistente argumentario republicano que haga frente a los retos del pensamiento único y mediático existentes, a la vez que desarrollar de forma mucho más concreta el contenido programático y la estrategia de acción que propugnamos, como elementos todos ellos que nos permitan avanzar de forma más efectiva en la Construcción de la 3R.


Estos son, por tanto, el conjunto de temas que se presentan en este documento y que deben servir para definir mucho mejor la actividad propia de UCR, a la vez que facilitar la dinamización en el movimiento republicano y en la ciudadanía en general.


Para ello, pasamos a desarrollar estos puntos de acuerdo con el siguiente esquema:

 
1) LA SITUACIÓN ACTUAL: NECESIDAD DE UNA ALTERNATIVA


a) LA CRISIS ECONÓMICA
b )LA MEMORIA HISTÓRICA
c) EL AGOTAMIENTO DEL ACTUAL MODELO CONSTITUCIONAL


2) LA PROPUESTA: POR QUÉ LA REPUBLICA ES LA ALTERNATIVA ?


3) LOS CONTENIDOS: PERO, QUÉ TIPO DE REPUBLICA PROPUGNAMOS ?
a) LA JEFATURA DEL ESTADO
b) LOS VALORES REPUBLICANOS Y SU CONTENIDO PROGRAMÁTICO
c) EL MODELO ECONÓMICO Y DE DESARROLLO
d)EPÚBLICA FEDERAL, LAICA, PARTICIPATIVA Y SOLIDARIA


4) LAS DIFICULTADES: ¿QUÉ RETOS TENEMOS POR DELANTE ?


5) LA ESTRATEGIA: CÓMO TRAER ENTONCES LA III República?
     a) “PEDAGOGIA” REPUBLICANA
     b) PROPUESTAS Y CONTENIDOS CONCRETOS
     c) ORGANIZACIÓN PARA LA ACCIÓN
     d) PROCESO CONSTITUYENTE REPUBLICANO
     e) LA TÁCTICA: Y AHORA, EN RESUMEN, QUÉ HACER ?


I

1-a) La crisis económica

      La Crisis económica actual, de enorme gravedad, es una crisis global que está implícita en el propio sistema de globalización neoliberal capitalista, a nivel mundial y también en nuestro país. Una crisis que ha explotado por las costuras de su modeloeconómico, financiero y especulativo pero que también presenta su catálogo de fracasos en el modelo social, de producción, de desarrollo, energético, de alimentos,sobre el medio ambiente, etc.


         No se trata de una crisis puntual ni pasajera, ni tampoco como el resultado de fallos en los mecanismos de control y supervisión del propio sistema, o por la avaricia deunos desaprensivos y particulares actores de todo tipo. No sólo es eso. Es que elcapitalismo como sistema ha mostrado su fracaso como impulsor de la igualdad, la
democracia, las libertades, la paz y el respeto a los Derechos Humanos sino, más bien al contrario, como generador de injusticias y tensiones internacionales de todo tipo.


        Un fracaso que está afectando a los sectores populares mas vulnerables, a los servicios públicos y a los mecanismos de protección social. Pero ha fracasado también al crear valores de nula convivencia basados en el consumismo, el despilfarro, el egoísmo, individualismo, insolidaridad, etc. bajo el manto de un pensamiento único,
cultural y mediático, que arropa una serie de conjuros y prácticas neoliberales tan extendidas y acríticamente asumidas como “el mercado”, “la modernidad”, “la competitividad”, “productividad”, “liberalización”, “la globalización”, etc., verdaderos pilares de este sistema depredador, insolidario, injusto, especulador y corrupto.
El fracaso de este modelo capitalista se intenta encubrir distrayendo a la ciudadanía con imposibles “refundaciones” mientras se siguen inyectando ingentes recursos económicos para el rescate del sector financiero y otros sectores privados, sin que tales aportaciones -acompañadas también por sustanciosas medidas fiscales hayan revertido de forma eficiente en la economía real productiva y en los ciudadanos afectados por esta crisis, sino en seguir saneando las cuentas y en consolidar los ya sustanciosos beneficios de todos estos sectores …... a costa del erario público.
Porque toda esta forma de enfrentar la crisis suena a tremendamente injusta y cínica ya que son los mismos actores causantes de la crisis los que están dictando las recetas que más les interesa para seguir manteniendo su papel determinante y de beneficio en la economía y la política. Pero es que también suena a tremendamente inútil puesto que al limitarse a clonar el sistema, pero sin cambiarlo, seguirán existiendo las bases que producirán periódicamente esos mismos fracasos.


          Estas recetas las llevan a cabo los gobiernos de derechas pero también, sorprendentemente -o no tanto-, los de la socialdemocracia al uso. Este mimetismo seguidista, en un marco democrático de baja intensidad, junto con la ausencia de alternativas reales articuladas desde la izquierda transformadora, favorece objetivamente el auge de una hegemonía política y social de tinte conservador que va a mantener un peso de especial trascendencia, negativa para los intereses populares, en el modelo de salida de la crisis al igual que en el de la construcción europea.


         Desde nuestra visión republicana, no se trata tanto de plantear o repetir análisis y formulaciones sobre medidas concretas alternativas al modelo económico y social de salida de la crisis, puesto que ello tiene ya cartas de naturaleza desde otros agentes políticos, sociales y foros alternativos de izquierda, sino en alumbrar algunos
planteamientos de fondo que consideramos deben estar en la base del mismo.

       Así, en ese modelo de salida es imprescindible aumentar la democracia para que sean los propios ciudadanos, con información y transparencia, los sujetos del debate social y decisión colectiva. Que los poderes económicos estén controlados de una forma efectiva por el poder democráticamente elegido en lugar de estar solapados o por encima de él. Es ineludible asumir el valor de lo público como criterio prioritario frente al beneficio privado. La necesidad de una banca y un fuerte sector públicos, con una verdadera planificación democrática de la economía Y, al tiempo, promover nuevas fórmulas de organización social, de convivencia, modos distintos de producir, gestionar y repartir la riqueza que ponga a la persona como eje de sus prioridades permitiendo satisfacer las necesidades de la gran mayoría, de tantos millones de seres humanos, además de procurar la sostenibilidad del medio ambiente.


           Porque lo que realmente se necesita, y ésta es la conclusión, es articular una propuesta que confronte radicalmente y ponga en cuestión la estructura y los mecanismos de este sistema en su conjunto, siendo éste un punto de referencia clave al que debemos dedicar apoyo y atención por lo que supone tener que luchar para mantener derechos amenazados pero también porque las condiciones que la actual situación genera en el conflicto social deberían ser objetivamente favorables al avance de la alternativa de un republicanismo transformador como el que propugnamos.


1-b) La memoria histórica

         Los autos del juez Garzón, promulgados a finales del pasado año sobre las fosas y los miles de desaparecidos del franquismo son de una enorme importancia porque caracterizan de forma frontal e inequívoca, y mediante texto judicial, lo que fue el régimen represivo del franquismo, orientado a la eliminación sistemática de sus enemigos políticos, lo que, de hecho, define tales crímenes, desaparecidos y fusilados, como un delito contra la humanidad que, por su propia naturaleza, es imprescriptible.

        La posterior inhibición como consecuencia del recurso de la fiscalía general del Estado y de la Audiencia Nacional, pasando su competencia a los juzgados provinciales, en un extraño despropósito de competencias que parece no tener fin, ha supuesto una importante disfunción en la lucha por la reivindicación de la memoria. Una disfunción que se pone de manifiesto no sólo por estas trabas judiciales sino por la permanencia de ciertos reductos procedentes del franquismo en la judicatura, en las fuerzas de seguridad del Estado, en la Iglesia y en parte del conservadurismo sociológico, cuyo objetivo es impedir a toda costa el conocimiento de la verdad, la justicia y la reparación para con las víctimas. Un escenario que se completa por la clara falta de voluntad política de la Administración por los incumplimientos y las propias carencias de la actual Ley de Memoria Histórica. Porque, ¿cómo es posible, si no, que desde los poderes del Estado se nieguen los más elementales derechos, reconocidos incluso en la legislación internacional, para con las víctimas del franquismo y sus familiares cuando de delitos contra la humanidad estamos hablando?


Las razones de fondo que hay detrás de esta inconcebible situación es que una verdadera y completa recuperación de la Memoria Histórica desacralizaría una Transición que se ha venido vendiendo como modélica y hasta exportable, desmontando el mito del pacto y la reconciliación frente a la amnesia sobre los muchos agujeros turbios, personales y colectivos, por explorar y someter a la justicia.

Y eso no están dispuestos a permitirlo de ninguna forma ya que obligaría a revisar muchos planteamientos, como el de asumir la 2R como la última legalidad democrática conculcada por la sublevación franquista, siguiendo con la inequívoca condena institucional del franquismo y la cruel represión que desató, hasta poder concluir con la propia ilegitimidad de origen de la actual Monarquía como elemento de continuidad del mismo, con lo que se alcanzaría de lleno al núcleo del actual sistema y, por tanto, que se pueda plantear con gran impulso a nivel social la posibilidad de elegir entre Monarquía o República como opción que ha estado hurtada y sigue pendiente. Por eso, en este marco, es tan importante que el movimiento memorialista se vincule abiertamente con el movimiento republicano en la denuncia de la Transición, a la vez que éste tome el tema de la Memoria Histórica como una de sus señas de
identidad y atención. Porque no es sólo una cuestión de “Memoria” sino de “Derecho” a exigir frente a esta incontestable anormalidad jurídica. En este sentido, y constatando la incapacidad existente para alcanzar una completa y efectiva “verdad, justicia y reparación”, se requiere mantener y explorar vías de reivindicación y movilización social que (1) Denuncie los incumplimientos de la vigente Ley de Memoria Histórica, (2) Exija los cambios legales o administrativos que cubran sus evidentes carencias, con la anulación de las sentencias de los tribunales de la represión como la más sangrante (3) Requiera el cumplimiento de la legislación internacional sobre Derechos Humanos y demás pactos firmados por nuestro país, pero ignorados, y (4) Promueva la creación de una Comisión de la Verdad o entidad similar, independiente y participada por todas las partes, como mecanismo
para articular estas necesarias y urgentes reivindicaciones.


En conclusión, como ciudadanos y como republicanos denunciamos la insuficiente voluntad del Gobierno, instituciones y resto de administraciones públicas sobre este tema, manifestando nuestro firme apoyo y participación en todas las iniciativas encaminadas a conseguir una plena recuperación de la Memoria Histórica como
reivindicación de importancia capital por lo que supone de justicia para con las víctimas del franquismo pero también como palanca de ruptura con el modelo constitucional heredado y factor de avance del movimiento republicano.


1-c) El agotamiento del actual modelo constitucional


         El modelo actual basado en la Monarquía y en la Constitución de 1978 presenta claros síntomas de agotamiento debido a los incumplimientos de las partes mas posibilistas del texto constitucional pero también, y principalmente, a sus propias limitaciones puesto que el mandato de ese “Estado social y democrático de derecho” que marca la Constitución viene estando sometido a un continuo vaciamiento de sus contenidos mas positivos a la vez que a la corrupción de un incrustado entramado político, económico y social.


        Así, por las costuras de este sistema están aflorando distorsiones tan evidentes en
multitud de temas, como por ejemplo:


       El desastre sin paliativos de la Administración de Justicia que está impidiendo asegurar el derecho de todos los ciudadanos a tener una justicia rápida, justa y efectiva. La manifiesta desigualdad ante la ley y la impunidad selectiva, con múltiples ejemplos a todos los niveles en el trato de favor para con unos pocos, los detentadores del poder, y de discriminación para con todos los demás..

 
       La ausencia de una verdadera Democracia Radical en la vida política y social por falta de cauces reales que permitan la participación democrática de los ciudadanos en la esfera de lo público; la iniciativa popular; el referéndum vinculante; el control y revocación de los cargos electos.


Como paradigmas mas relevantes de este empobrecimiento democrático, reseñamos dos factores de especial trascendencia:


− El Bipartidismo abrumador y excluyente que, contando con la aquiescencia de los partidos mayoritarios beneficiarios del mismo, limita la pluralidad política y mediática suponiendo una clara corruptela de este sistema a causa de una injusta Ley Electoral promotora de la desigualdad del valor del voto de los ciudadanos, a la vez que por una Ley de Partidos claramente restrictiva de la libre expresión de cualquier opción política democrática.


- El Pensamiento único y la desinformación imperantes en lo cultural y en los medios de comunicación, como instrumentos utilizados por el sistema para la acomodación y uniformidad de las conciencias, desactivando y apropiándose del significado de las palabras, los análisis y los símbolos para sustituirlos por formulaciones vacías de contenido, encubridoras de la realidad existente y generadoras de un profundo conservadurismo sociológico que, asumido en parte incluso por sectores de la izquierda, está impidiendo la formación de una ciudadanía libre, culta, crítica y plural.


Otra distorsión se presenta con la existente confesionalidad religiosa “de hecho”, promovida por la complaciente actitud y prebendas de todo tipo que todos los gobiernos de turno han tenido para con la Iglesia Católica en el tema económico, en la educación, etc. en base a unos Acuerdos de 1979 con el Vaticano que deben ser derogados. En su lugar, afirmamos nuestra apuesta por una Laicidad con respeto a la libertad de conciencia y de pensamiento, y con una separación efectiva entre las iglesias -todas- y el Estado, El despropósito de la actual Estructura territorial del Estado, donde no se está asegurando un desarrollo armónico multilateral que, respetando las particularidades e identidades propias, establezca un catálogo de derechos comunes para todos los ciudadanos, en el marco de un modelo federal de competencias y financiación solidaria, reforzando el papel de los municipios, La ausencia de una efectiva Separación de poderes (Montesquieu) con la permanente intromisión del poder ejecutivo y de los partidos mayoritarios sobre el poder judicial; o viceversa, cuando el poder judicial suplanta de hecho al poder legislativo.

 Por no hablar de la política de Privatizaciones y desmantelamiento de servicios públicos, con las políticas económicas antisociales de corte neoliberal en la sanidad, educación, protección social y demás servicios básicos; en la ausencia de un fuerte sector público; en políticas fiscales regresivas favorecedoras del capital; en el derecho al acceso a una vivienda; a un trabajo digno. O, en resumen, denunciar el agotamiento marcado por la ausencia de un
Cumplimiento efectivo de los Derechos Humanos en sus tres generaciones -económicos, sociales y culturales; civiles y políticos; medioambientales y colectivos, loscuales, junto con sus posteriores Pactos Internacionales firmados por la mayor parte de los Estados, el nuestro entre ellos, siguen siendo ampliamente ignorados o
manifiestamente incumplidos.

Y para remate, y como símbolo y representante de todo este sistema, la Monarquía en la Jefatura del Estado, institución radicalmente antidemocrática y carente de cualquier atisbo de encaje y justificación en nuestro tiempo.
Por su origen y por su posición no neutral, al ser el nexo de unión entre el reaccionario Antiguo Régimen del siglo XIX, el golpe fascista contra la II República, la dictadura franquista, y el actual sistema resultante de la Transición.
Y por sus privilegios, que vulneran los más elementales fundamentos democráticos: su carácter vitalicio, hereditario e irrevocable; la “inviolabilidad” del monarca frente a las críticas y el “no estar sujeto a responsabilidad” en sus actos; la opacidad y ausencia de control alguno sobre sus actividades, su patrimonio y las cuentas de la Casa Real a cargo del erario público, etc. Es suma, la constatación, en contra de los mas elementales principios democráticos, que no todos somos iguales ante la ley.


Denunciamos igualmente el blindaje político y mediático, lleno de silencios y pleitesías, que rodean a la institución, al monarca y sus actuaciones, a la vez que las medidas de tipo administrativo, policial y judicial que intentan acallar las voces cada vez más críticas que, como pura libertad de expresión, están abriendo continuas brechas en este terreno.


POR TODO LO INDICADO es por lo que concluimos en la incapacidad de este sistema para dar respuesta a muchos de estos temas distorsionantes que se hurtaron o no fueron considerados como centrales durante la Transición, y así se han  mantenido durante todos estos años, pero que ahora sí lo son; o que entonces se dejaron aparcados, mal resueltos o sin desarrollar; o que, simplemente, las continuas reivindicaciones que hoy afectan y reclaman el conjunto de los ciudadanos por satisfacer nuevos derechos o necesidades no hacen sino poner de manifiesto lo que es mas importante, que son las propias carencias y limitaciones que están implícitas en este sistema.


Junto a lo dicho, existe otro aspecto de la situación actual, pero esta vez que nos afecta mas cercanamente, y es en relación con la situación de desarticulación de la izquierda en lo organizativo y en lo ideológico, con la descapitalización de todo un impulso e imbricación que hasta el fin de la dictadura tenían ganado en el tejido social y de hegemonía en lo cultural, al haber quedado en gran parte abducidas, entre otras causas, por un planteamiento demasiado escorado a la parte más mediática e institucional de este sistema -con pobres resultados electorales, todo hay que decirlo-, en detrimento de la potencialidad de los movimientos sociales como sujetos activos de resistencia y alternativa al mismo.


LA ALTERNATIVA a todo este escenario debe pasar, por tanto, por la necesidad de una profunda regeneración democrática que dé paso a un cambio de modelo que suponga una neta superación del actual y de los consensos, cesiones, tacticismos, derivas, agotamientos y desmemorias mencionados.


2) ¿POR QUÉ LA REPÚBLICA ES LA ALTERNATIVA ?


En nuestra opinión, esta regeneración democrática no puede venir sino a partir de una propuesta, como la de la 3R, fundamentada en una frontal desvinculación con el sistema monárquico y con el modelo constitucional salido de la Transición.

La creciente reflexión en el seno de la propia izquierda transformadora por dar un giro a la situación actual y encontrar nuevas vias de aglutinar una mayoría para el cambio debe ser motivo de atención por la confluencia que objetivamente debería producirse de tener la República como modelo de referencia capaz de concitar el interés común de todos estos sectores para una confrontación con las políticas existentes a la vez que de como alternativa real al modelo de sociedad.


Porque hablar de República significa hablar de “más democracia”, en su más amplio sentido y contenido, al estar basada en unos inequívocos y supremos valores de Justicia, Libertad, Igualdad y Fraternidad, que representan lo mejor de la tradición de los movimientos históricos mas avanzados e ilustrados del pensamiento.


Estos principios entran en contradicción con la persistencia de la Monarquía, institución claramente obsoleta, enfrentada al devenir histórico y obstáculo objetivo para el avance democrático de los pueblos. Baste tomar nota de la existencia en pleno siglo XXI de tan sólo 27 monarquías en todo el mundo, 10 de ellas en Europa. La República, por contra, representa un modelo de sociedad total, integrador y moralmente superior al de una Monarquía al preservar la dignidad del ciudadano, que no súbdito ni simple consumidor, frente a un monarca o frente a
cualquier otro poder establecido.


La República, además, es la forma que mejor conviene a los intereses de la mayoría ya que ofrece un marco más idóneo donde poder desarrollar y defender los Derechos Humanos para una sociedad mas democrática, igual, justa, libre y solidaria. Muchos de los ideales mencionados quedaron reflejados en la Constitución de la II República de 1931 con una formulación y contenidos mucho más positivos que los del articulado meramente declarativo, propio de una democracia “de baja intensidad”, de la Constitución de 1978. Así, por ejemplo, la Constitución de la II República establecía:


Art. 1: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”. “Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo”.


Art. 3: “El Estado español no tiene religión oficial”.


Art. 6: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”.


Art. 7: “El Estado español acatará las normas universales del Derecho Internacional, incorporándolas a su derecho positivo”.

Art. 25: “El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios”.


Art. 26: “El Estado no mantendrá, favorecerá ni auxiliará económicamente a las Iglesia e Instituciones religiosas”.


Art. 44: “La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiaciónforzosa por causa de utilidad social”.


Art. 46: “El trabajo, en sus diversas formas, es una obligación social, y gozará de la protección de las leyes”. “La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna”.


Art. 48: “El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado”. “La enseñanza será laica …. y se inspirará en ideales de solidaridad humana”.


Art. 82: “El Presidente podrá ser destituido antes de que expire su mandato”.


Art. 85: “El Presidente de la República es criminalmente responsable de lainfracción delictiva de sus obligaciones constitucionales”.
 


Este hilo conductor del pensamiento y legislación republicana de la 2R, cuyo legado progresista reivindicamos, al igual que el de la 1R, junto con otros valores, realidades y nuevos derechos a considerar, son los que reclamamos para la  III República  del siglo XXI que queremos para nuestro país en el marco de una Europa de los pueblos.


3) ¿PERO, QUÉ TIPO DE REPÚBLICA PROPUGNAMOS ?


Frente a los distintos modelos de República que se pueden presentar, y que de hecho existen a nivel europeo y mundial, la 3R que propugnamos está basada en la conjunción de los siguientes tres planos de claro contenido alternativo.


1)LA JEFATURA DEL ESTADO


La existencia en la Jefatura del Estado de un Presidente electo y bajo control público, en contraposición a la figura de un monarca, es una condición inherente alpropio concepto de República sobre el cual no existe ninguna lectura diferente que hacer en cualquiera de los modelos de República existentes. La crítica frontal a la Monarquía, a todo su entramado y al monarca es, por tanto, un punto de necesidad inequívoca, y su sustitución condición inexcusable del modelo republicano, si bien, en la alternativa que propugnamos ello no será suficiente si no se encuentra acompañada de unos valores republicanos y unos contenidos que la llenen de verdadero sentido transformador.


2)LOS VALORES REPUBLICANOS Y SU CONTENIDO PROGRAMÁTICO


Los valores y contenidos concretos son los que realmente dan fundamento diferencial a la propuesta política y social de la 3R por la que apostamos. El principio genérico que los recorre parte de considerar a “El ciudadano libre e
informado, con derechos y obligaciones, como sujeto central de la acción política y social, y con igualdad ante la ley”. A partir de ahí, nuestra propuesta contempla el desarrollo de una serie de ejes programáticos alrededor de los cuales articular la respuesta republicana al actual agotamiento y, en esencia, como referencia para la futura Constitución de la III República. Para cada uno de estos ejes se señalan algunos ejemplos de los componentes mas
significativos de su contenido, los cuales, junto con otros aspectos a considerar, requieren de un mas amplio desarrollo para completar y concretar su formulación. Los ejes objeto de atención son:


1. Los DERECHOS HUMANOS, a partir de la Declaración de la ONU y sus posteriores Pactos Internacionales, como marco de referencia general e inexcusable de toda acción de gobierno, garantizados y exigibles por ley. Una Administración de Justicia rápida, justa y efectiva; la igualdad ante la ley; la justicia universal; la sociedad de
pleno empleo y protección social; existencia de una Renta Básica, etc.


2. El FEDERALISMO como modelo territorial producto del acuerdo y la libre voluntad de las partes. Competencias, financiación, corresponsabilidad y cohesión social; el papel de los municipios y el principio de subsidiariedad; reconocimiento del derecho de autodeterminación; compromiso de clase frente a localismos identitarios excluyentes; la construcción de una Europa federal de los pueblos y ciudadanos como marco de referencia, etc.

3. La LAICIDAD, libertad de conciencia y de pensamiento; igualdad para las concepciones con credo o sin credo; separación Iglesia-Estado; derogación de los Acuerdos de 1979 con el Vaticano; ausencia efectiva de discriminación por razón de género, raza, etc; derecho a una muerte digna, etc.


4. La DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, como elemento clave que debe ofrecer al ciudadano parcelas de gobierno y mecanismos de decisión que actualmente tiene sustraídos. La iniciativa popular; presupuestos participativos; mecanismos de revocación de cargos electos; separación de poderes; supremacía del poder civil;
ley electoral proporcional, etc.


5. La PAZ Y SOLIDARIDAD, la legalidad internacional como criterio de relación y desarrollo de los pueblos; la seguridad civil y militar defensivas; la soberanía nacional; OTAN no, Bases fuera; el internacionalismo solidario, etc.


6. La EDUCACIÓN Y CULTURA como elementos consustanciales alternativos y de atención preferente por su valor de futuro; la escuela pública, con igualdad de oportunidades; el control y acceso a los medios de comunicación, etc.


7. La ÉTICA Y RACIONALIDAD, en la administración y eficacia de la acción política y social de lo público; contra todo tipo de corrupción y consumismo; código ético del cargo público; el ejemplo y el compromiso personal, etc.


Pero con ser estos ejes de la máxima importancia, existe otro aspecto que queremos reivindicarlo como un eje adicional claramente diferenciador de otros modelos republicanos existentes. Nos referimos al modelo económico y de desarrollo en cuyo marco se desarrollen la convivencia y los valores mencionados.


3) EL MODELO ECONÓMICO Y DE DESARROLLO


Porque la República a la que aspiramos no es una cualquiera, ni una “Monarquía republicana” ni una “República coronada”. Pero tampoco una República del capital, sino una República con claros contenidos transformadores.
Porque si los medios de producción y la riqueza, su propiedad, cómo se genera y cómo se reparte, etc. no se ponen en cuestión estaremos lejos de que el republicanismo suponga algo más que la reclamación de un cambio en el modelo de gobierno y un conjunto de derechos ciudadanos, en lugar de un cambio de modelo de sociedad que es lo que propugnamos Este eje, de gran calado y con recorrido propio, complementa a los otros antes
mencionados como una exigencia en favor de una economía y un modelo productivo socialmente avanzado. Así.


8. La ECONOMIA SOCIAL Y DESARROLLO SOSTENIBLE, con planificación democrática y un fuerte sector público; banca pública con fines sociales y control público; la riqueza nacional puesta al servicio del interés de la mayoría; el valor de lo público frente al beneficio privado; fiscalidad progresiva y convergencia en gasto social con el de la UE; soberanía alimentaria y energética, etc.

EL CONJUNTO, pues, de los ejes programáticos mencionados son los que proponemos como base de partida para definir la 3R del siglo XXI que queremos conseguir.

Estos ejes no son ni prioritarios unos sobre otros, ni excluyentes de otros que también puedan proponerse ni tampoco con contenidos estancos entre ellos y, como ya se ha indicado, precisan desarrollar su contenido de forma más amplia y concreta en una tarea pendiente que tiene que llevarse a cabo a través de un debate abierto entre todos aquellos ciudadanos y sectores políticos, sociales, académicos, culturales y de todo tipo interesados en esta propuesta.

 

EN RESUMEN, podemos decir que la conjunción de estos tres planos alternativos -la Jefatura del Estado, los valores republicanos, y el modelo económico-, con sus contenidos en el sentido indicado, son los elementos que conforman nuestra alternativa republicana para una real y profunda regeneración democrática en lo ético, lo social, lo político y en lo económico para un cambio de modelo de sociedad. En este sentido, si por simplificar como mera proclama no limitativa ni exhaustiva, tuviéramos que “apellidar” la 3R que queremos, podríamos nominarla como una REPUBLICA FEDERAL, LAICA , PARTICIPATIVA Y SOLIDARIA


Aunque somos conscientes que el grado de regeneración democrática que se podrá alcanzar, incluso con esta propuesta, dependerá, en más o en menos, de la correlación de fuerzas existente en cada momento, pudiendo resultar en una hegemonía republicana, pero de derechas, para mantener el sistema tal cual, o con meras y limitadas reformas (como Lampedusa: “cambiar algo para que nada cambie”), o bien en un sentido transformador que cuente con el apoyo mayoritario de fuerzas políticas, sociales e institucionales de izquierda, y de una ciudadanía, a favor
del cambio en el marco de la 3R. Nuestro objetivo primario debe ser, por tanto, articular la más amplia mayoría social favorable a esta propuesta republicana alternativa a este sistema.


4) QUÉ RETOS TENEMOS POR DELANTE ?


Hasta aquí se han presentado de una forma abierta los principales elementos que conforman nuestra alternativa republicana, así como el principal objetivo a alcanzar. Ahora bien, antes de dar por satisfecho este planteamiento, merece la pena reflexionar sobre los más relevantes factores que objetiva y subjetivamente están enfrentados a este avance hacia la 3R, o cuando menos lo dificultan. Así, porque no tenemos porqué ocultarlos, sino mas bien porque debemos tenerlos en cuenta en nuestros análisis y estrategias, podemos enumerar algunos retos y valoraciones que existen en el propio sistema y también en gran parte del imaginario colectivo respecto al republicanismo. Así, por ejemplo: (Figuran con >>> algunas consideraciones a tener en cuenta frente a estas valoraciones)


La opinión sobre que la República es un tema sólo del pasado, de la 2R, sin mayor encaje en la actualidad. >>> Aunque tal idea debe ser combatida teniendo presente que la República como modelo no es ni un "invento" de reciente aparición que precise de mayores avales para presentarse ni una historia del pasado, sino un modelo de futuro que hunde sus raíces históricas desde tiempo atrás y, en lo mas inmediato, en la 2R cuyo legado progresista reivindicamos. Además de que las nuevas generaciones asocian cada vez más el ideal republicano con la idea de democracia y transformación social de futuro.

La existencia de un “Juan Carlismo sociológico”, soportado por un paraguas mediático de blindajes y pleitesías de todo tipo que tiene como objetivo vender la imagen de una monarquía “campechana” y cuyo interés último es que se identifique monarquía con democracia, especialmente a partir del papel que al monarca se le atribuye en el 23-F.

Aunque tal imagen debe ser combatida denunciando el origen, papel, actuaciones y corruptelas del monarca. Y, respecto al 23-F, a partir de las documentadas informaciones existentes, desmontando la estereotipada y falsa
imagen de conseguidor que se le asigna y que pretende ignorar la lucha de muchos demócratas durante la dictadura para traer las libertades. Considerar que la 3R no es un tema prioritario por lo cual, aun estando conceptualmente a favor, no merece una mayor atención práctica. Este planteamiento cobra especial relevancia en sectores, como ocurre en el movimiento obrero y en determinadas fuerzas políticas, incluidas las de orientación socialista, en los que su grado de implicación real a favor de la propuesta republicana, siendo completamente necesario, es aun insuficiente. >>> Aunque el planteamiento republicano no es contradictorio con la atención a otros problemas mas inmediatos sino, mas bien, que hay que considerarlo como estratégico en el sentido de que la República puede ser el elemento de confluencia donde mejor poder articular la resolución de los mismos. El hecho contradictorio, a pesar de lo que parecería razonable, de la existencia de Repúblicas de derechas y de bajo nivel democrático, como muchas de las existentes, a la vez que Monarquías con derechos avanzados como, por ejemplo, la de los países nórdicos europeos. >>> Aunque ese no debe ser nuestro debate, ni como ejemplos de comparación, puesto que los contenidos de la 3R que propugnamos están basados en elementos, como es el del modelo económico, claramente superadores de cualquiera de esos ejemplos.


El planteamiento especialmente arropado y presentado como irrebatible que denominan “Monarquía Republicana”, que cuenta con significados defensores en círculos del socialismo en el poder y apoyo de reconocidos politólogos, que lo argumentan así: La monarquía es un título al igual que los demás títulos nobiliarios existentes, pero nada más. El monarca es sólo un alto funcionario estatal que sólo representa, no manda, no es el soberano, no estorba y, en todo caso, está sujeto a la Constitución. Por tanto, con los derechos existentes, el sistema actual es mejorable
por sí mismo y esta monarquía no es el problema (al contrario de lo que ocurría con, eso sí, las rechazables monarquías absolutas, pero ese no es el caso). En consecuencia, existe una línea de pensamiento a la que llaman “Republicanismo Cívico”, como formulación que resulta estéticamente menos contradictoria, pero con el mismo discurso, que considera que “La República no puede aportar nada diferente que no lo pueda hacer la Monarquía” (además de no ser prioritaria, añaden). >>>


Este engañoso planteamiento cae de raíz al estar aceptando y pasar por alto el propio carácter antidemocrático de la institución monárquica y todo lo que ella representa. Además de estos retos “externos”, están las carencias del propio movimiento republicano, como es la de su atomización ideológica y organizativa -que no debe estar reñida con la pluralidad y la positiva multiplicidad de iniciativas de todo tipo-; la falta de una mayor concreción programática de la alternativa; la ausencia de referencias republicanas, personales o colectivas que dinamicen este
proceso; la aun escasa y meramente nominal involucración real de importantes sectores sociales (empezando por la ya mencionada del movimiento obrero y otras fuerzas de izquierda), etc.
 


Por último, merece la pena hacer mención a determinados planteamientos que a veces se ponen de manifiesto dentro del propio republicanismo sobre las que, en nuestra opinión, conviene reflexionar a fin de encontrar un mejor equilibrio entre su formulación y su efectividad. Entre éstas, significamos: El republicanismo nostálgico, con más referencias a la 2R, o a la Transición que pudo haber sido, que en propuestas de futuro, en un planteamiento que corre paralelo con esa idea que existe de la 2R como cosa del pasado. Aunque, como
ya se ha comentado, los valores y logros de la 2R son un capital a reivindicar sin complejos de ningún tipo.


El republicanismo “borbónico”, o como lo queramos llamar, como aquel que centra el grueso de sus posicionamientos públicos y prácticamente toda su actividad en cuestionar a todo lo que rodea al monarca -que es mucho- por considerar que éste es actualmente el punto clave de ruptura en la estrategia de cómo avanzar hacia la
3R. >>> Aunque, como repetidamente ya se ha comentado, esta denuncia, que es justa, irrenunciable y completamente necesaria para desmontar todo ese entramado, no puede convertirse en el único o principal referente identitario o de actividad, olvidando el marco de los contenidos que dan verdadero sentido a la alternativa.
El republicanismo académico, estético o de salón, dirigido a minorías mas o menos convencidas, limitado a las ideas y conceptos y mucho menos en el compromiso organizado y de contenidos. >>> Aunque la aportación del campo del pensamiento es un componente necesario en el avance republicano.


El republicanismo estridente, con actos o expresiones de tono grueso en contra de la monarquía que por su utilización mediática puedan restar más que sumar. >>> Aunque defendemos la libertad de expresión y consideramos que tales“estridencias” pueden suponer un necesario y efectivo revulsivo rompedor del actual
blindaje monárquico.


El republicanismo localista, preocupado principalmente por su entorno mas próximo, sin englobar la 3R como una alternativa global y solidaria para el conjunto de todos los pueblos. >>> Aunque las particularidades locales son elementos claves a considerar y respetar en la estrategia de avance hacia un modelo federal. El republicanismo simbólico, limitado a la simple exhibición de la tricolor, el himno de Riego, o a meros lemas agitadores aislados de su contexto. >>> Aunque la lucha por la presencia pública de nuestros símbolos y lemas son parte ineludible de
nuestra identidad mediática y del combate por la hegemonía. Junto a la superación de éstos y otros retos se requiere tener también en cuenta determinadas situaciones del devenir político que, según como se desarrollen, pueden
suponer un verdadero riesgo, aunque también una oportunidad, para el avance de las ideas republicanas. Entre éstas, reseñamos como más cercanas, las siguientes:

El modelo de salida de la crisis económica y el conflicto social como posibilidad objetiva de dinamizar una alternativa al actual sistema.


La necesidad de impulsar una amplia convergencia de la izquierda política y social, en base a unos ilusionantes contenidos de carácter republicano, que proporcione respuesta a la hegemonía de la derecha y a la crisis de la
socialdemocracia, contribuyendo a crear las condiciones para un cambio real.

La anunciada, limitda y de momento aparcada reforma de la Constitución (línea de sucesión, reforma del Senado, etc.) deberá ser una oportunidad para provocar un debate social republicano aunque el complejo y prácticamente insalvable mecanismo de reforma de la Constitución impida de hecho (Art. 168)cualquier cambio real del
sistema con contenidos de mas calado, tal como sucedería con los de una alternativa republicana.


La sucesión de Juan Carlos que inexorablemente va a estar presente en un horizonte temporal, requiere del movimiento republicano de una acción decidida en la urgente y necesaria articulación de la alternativa con la que tendrá que confrontarse en un momento histórico cuya resolución marcará un antes y un después en el avance
de nuestra propuesta.


FRENTE A TODOS ESTOS RETOS, nada despreciables, se encuentra la pujante efervescencia de la actividad y el sentimiento republicano con una creciente participación de la juventud, con el aumento de la opción República en encuestas, la proliferación de actos e iniciativas de todo tipo por la geografía nacional, la aparición de continuas grietas críticas sobre la Monarquía y el monarca, etc. Y junto a ello, la voluntad y el convencimiento de los que nos sentimos republicanos por dar un salto cualitativo, organizativo y de propuesta para superarlos y luchar por nuestros ideales.


5) CÓMO TRAER ENTONCES LA  III República ?


Si se han analizado los más importantes temas de actualidad; si se ha definido el modelo de República que propugnamos y si éstos son algunos de los retos a superar, procede, por tanto, plantearse la pregunta de cómo traer entonces la  III República.


Para ello, debemos tener claro que junto a la idea directriz basada en una ruptura con el sistema actual y tener a la República como el referente básico donde converger los objetivos de las fuerzas políticas y sociales alternativas, se requiere aglutinar una amplia mayoría social, con voluntad de hegemonía cultural y política, alrededor de un potente argumentario de contenidos concretos y una clara línea de acción, que permitan vencer el pensamiento único neoliberal y los retos mencionados relacionados con el republicanismo.Para ello, consideramos necesario dar un salto cualitativo en planteamientos tradicionales que, formulándolos de manera sencilla, consistirían en pasar:


     - Del sentimiento republicano >>> A la organización y la acción.
     - De las proclamas y los conceptos >>> A las propuestas programáticas concretas.
     - De las múltiples iniciativas >>> A impulsar un referente político-social y avanzar en un Proceso Constituyente.


En esta línea de pensamiento, planteamos apostar por las siguientes cuatro líneas de trabajo, no siendo las únicas, sobre las que debemos articular la actuación en cada realidad concreta.


1)“PEDAGOGÍA” REPUBLICANA


Este es un aspecto fundamental para el que se precisa disponer de un potente argumentario sobre los conceptos, contenidos y mensajes de la  III República que propugnamos. A lo largo de este documento se han aportado elementos para llevar a cabo esta “pedagogía”, y a ellos nos remitimos, como herramientas para el debate social en favor de la República como modelo a alcanzar.

Combatir el pensamiento al uso de forma argumentada requiere igualmente de cualquier iniciativa que permita “republicanizar” la actualidad, en los medios y en la sociedad, como punto para la acción que sirva, además, como denuncia para desenmascarar este sistema, a las fuerzas de cualquier signo que le prestan su apoyo, y a la monarquía y al monarca como su institución representativa. En este sentido, podemos indicar como ejemplos de iniciativas existentes, la edición de publicaciones de todo tipo (como el boletín “Criterios Republicanos” de UCR), el
mantenimiento de páginas en Internet (como la página web de UCR), programas de radio (como “La Hora de la República” que emitimos desde Radio Vallecas), de tipo cultural (como el “Taller de Historia Contemporánea”), lugares de encuentro y de difusión de la cultura del republicanismo como los Ateneos Republicanos, Redes Sociales de todo tipo, y otras muchas iniciativas por toda la geografía nacional. Sin olvidar mantener la atención, participación y apoyo a la presencia pública en actos conmemorativos, manifestaciones, congresos, jornadas de estudio, etc. que permitan difundir nuestra alternativa, “republicanizando” y sumando voluntades, principalmente entre la juventud, en favor de una ciudadanía libre e informada.


Esta pedagogía del pensamiento y de la acción en lo público precisa estar en coherencia con una ética, y comportamiento en lo personal de aquellos que nos sentimos republicanos para que sirva también de referente de esta alternativa.


2) PROPUESTAS Y CONTENIDOS CONCRETOS


El segundo punto es precisamente el ya comentado de la necesidad de desarrollar de forma más amplia y concreta los ejes programáticos de la 3R. En su elaboración se precisa recabar la más abierta y activa participación de personas, colectivos e instituciones que resulte en un apoyo social mayoritario y hegemónico como instrumento para el debate social frente a propuestas republicanas que puedan provenir incluso de sectores de la derecha.


Los ejes que proponemos, u otros a considerar, son un buen punto de partida donde articular esta línea de trabajo a fin de llenarlos de un contenido más concreto.


3)ORGANIZACIÓN PARA LA ACCIÓN


Es una necesidad objetiva articular una amplia confluencia organizativa republicana que, respetando las especificidades propias de cada caso, y partiendo de las organizaciones o colectivos existentes u otros que surjan, permita establecer una política de acuerdos en base a unos puntos mínimos programáticos y un plan de
actuación en el tiempo.


Es igualmente necesario el apoyo, compromiso y la presencia de la alternativa republicana en la movilización y el conflicto social, a través de una actividad transversal de amplio espectro sobre el conjunto de movimientos sociales, foros públicos, fuerzas políticas y sindicales, instituciones, personalidades independientes, intelectuales, etc. de forma que la convergencia del trabajo en estos sectores y en la movilización social, especialmente en el movimiento obrero, junto con el avance en fórmulas de la confluencia mencionada en el movimiento republicano, supongan el más firme germen para forjar la mayoría social necesaria para la  III República.


Junto a ello, mantener la lucha por la plena recuperación de la Memoria Histórica como un elemento estratégico de significación de ruptura con la Transición y con el actual modelo constitucional.

En todo este marco, resulta imperioso impulsar la existencia de un referente político-social republicano del mas amplio carácter unitario con capacidad de interlocución y con incidencia mediática sobre la realidad diaria. Un referente cuya principal misión a corto plazo debe ser la de dinamizar la presencia pública de la alternativa, sin descartar que en otro momento, y sólo después de madurada opción, pudiera también servir de instrumento para articular una propuesta electoral de neto carácter republicano, cuestión sobre la que pensamos que aun no existen
condiciones para ello.


4)PROCESO CONSTITUYENTE REPUBLICANO


Todo este proceso de avance hacia la  III República, haciendo “pedagogía” republicana, sumando ciudadanía, denunciando a la monarquía, concretando los contenidos programáticos, procurando la confluencia organizativa republicana, la presencia en la movilización social, disponer de un referente político-social, etc., no son sino
elementos de un Proceso Constituyente que precisa desarrollarse como urgente y necesario a través de múltiples iniciativas de todo tipo.


Así, el apoyo a iniciativas mediáticas como las anteriormente mencionadas, o a nivel institucional como la Red de Municipios por la  III República, junto con otras a explorar, como, por ejemplo, la de establecer una red de Ateneos Republicanos con sinergias de funcionamiento, o la de una actuación institucional de forma organizada a nivel de
todo el Estado para actuaciones concretas de carácter republicano, o la elaboración de contenidos republicanos que incorporar en próximas convocatorias electorales, etc, deben ser motivo de atención por su importancia en el próximo periodo.


En este sentido, y para dinamizar los distintos frentes de este Proceso Constituyente, creemos necesario llevar a cabo un Encuentro Republicano a nivel general, con su traslación al nivel local que proceda, que cuente inicialmente con la participación de las organizaciones y personas que se puedan considerar mas afines con la propuesta que hemos expuesto y que ofrecemos como base de partida para un debate abierto orientado a:

 (1) Enriquecer las iniciativas y el argumentario de la alternativa republicana.

 (2) Avanzar en el desarrollo de su contenido programático.

 y (3) Articular la confluencia organizativa del movimiento republicano por medio de puntos de acuerdo y para la acción. Consideramos que esta iniciativa es de especial importancia por el importante impulso que puede suponer hacia la  III República.


En resumen, este Proceso Constituyente, que se tiene que ir desarrollando día a día, tiene como fin más concreto crear las condiciones que posibiliten en un futuro próximo la convocatoria de un referéndum entre Monarquía y República y, en su caso, la consiguiente proclamación de una Asamblea Constituyente de la  III República cuyos
contenidos programáticos, en línea con los indicados, deberán contar para entonces con un amplio consenso social, aunque su defensa seguirá requiriendo del apoyo y correlación de las fuerzas de progreso que apoyen esta alternativa.


Sobre este Referéndum, una pequeña reflexión final en el sentido de que su petición en estos momentos como prioritaria o descontextualizada del marco general expuesto, puede suponer un error táctico que refrende el actual estatus monárquico mas que un elemento dinamizador de un debate sobre el mismo, al no existir ni una libertad real de información y debate en condiciones de igualdad ni la necesaria articulación política y social republicana que pudiera gestionar de forma efectiva un hipotético “NO” a esta monarquía.

Es por ello que pensamos que esta reivindicación, siendo justa y necesaria, debe plantearse imbricada como parte de un Proceso Constituyente como el mencionado donde una ciudadanía libre, informada y organizada pueda tener la posibilidad de manifestar la opción que le fue negada durante la Transición.


6) Y AHORA, EN RESUMEN, QUÉ HACER?


Tal como se indicaba al principio, este documento ha tratado de presentar de forma abierta y plural una serie de planteamientos de la alternativa republicana para, entre todos los interesados, enriquecer el debate sobre cómo avanzar en la Construcción de la  III República. En este sentido se ha pretendido cubrir dos áreas de atención:


(1) A partir de una reflexión sobre los mas importantes temas de actualidad, proporcionar un argumentario para el debate social a la vez que presentar la propuesta republicana y el planteamiento programático que propugnamos.


(2) Fijar puntos sobre los que articular la actividad propia de UCR, en el movimiento republicano y en la sociedad.
En síntesis, las líneas maestras sobre el “qué hacer” que resultaría de todo este planteamiento serían, ya para finalizar, las siguientes:


− Articular a través de múltiples iniciativas mediáticas la “pedagogía” y la “republicanización” frente al pensamiento único y el modelo existente.
− Mantener la presencia transversal de nuestra propuesta en los movimientos sociales alternativos, en el conflicto social, en la recuperación de la Memoria  Histórica, en el mundo de la cultura, etc.
− Favorecer una amplia convergencia de las fuerzas de la izquierda política y social existentes en torno a un ilusionante programa de contenido republicano, − Enriquecer el argumentario y desarrollar los contenidos programáticos concretos de la propuesta por la III República.


− Impulsar la confluencia del movimiento republicano con una política de acuerdos y por la consolidación de un referente político-social alternativo.


− Promover en corto plazo la convocatoria de un Encuentro Republicano de las características reseñadas donde poder tratar sobre éstos y otros temas.


A PARTIR DE TODO LO EXPUESTO, en UCR nos queda un siguiente reto y es el de traducir estos planteamientos a puntos de acción concretos en nuestros inmediatos planes de trabajo que, adaptados a cada entorno en sus distintos niveles y organizaciones territoriales, nos permitan avanzar en nuestro objetivo central que no es otro que
LA CONSTRUCCIÓN DE LA TERCERA REPÚBLICA. UNA REPÚBLICA FEDERAL, LAICA, PARTICIPATIVA Y SOLIDARIA, PORQUE LA TERCERA NO VENDRÁ, HAY QUE TRAERLA.

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