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No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia. Juan Carlos «El Rey»
¡Condenado franquismo!
Javier
Ortiz
El Mundo (11/09/04)
Comentaba hace algunas
semanas con un buen amigo el hecho de que las ciudades y pueblos de España
sigan repletos de signos de homenaje -estatuas, placas, nombres de calle-
dedicados a los protagonistas del golpe de Estado del 18 de julio de 1936. -Tampoco te lo tomes así
-decía mi amigo-. ¡Considéralo cosas de la Historia! No estoy de acuerdo. Un hecho de la Historia
que no me enfurece, aunque me parezca que tiene bemoles, es que se ensalce y se
apode el Bueno a un tal Guzmán que tiró un puñal a los captores de su hijo
para facilitarles el infanticidio, en plan Jacob e Isaac, pero con
intermediarios. Eso no me enfurece porque
sucedió hace la tira, y ni me va ni me viene. Es más: yo tengo un antepasado
al que también le erigieron una estatua porque sacrificó la vida de su señora
para fastidiar al invasor francés. Me quedo de piedra yo también al constatar
que el título de honor se lo concedieron a él, y no a su señora. Pero, en efecto, ésos son
asuntos de la Historia. Cosa muy distinta es que
estén hoy, día a día, piedras y placas mediantes, homenajeando delante de tus
narices a la gentuza que mató a tus padres, torturó a tus hermanos y te metió
en la cárcel a ti. Y todo porque tu familia tenía un inocultable apego a las
libertades democráticas. Recuerdo que hace 20 años
pregunté al alcalde socialista de un pueblo que llevaba en su propio nombre la
exaltación de Franco: «¿No van ustedes a quitar eso?». Y el hombre me
respondió: «Que la Historia decida». Me dije para mí: «Si ya los propios
socialistas esperan que sea la Historia la que decida quién defendía qué en
1936, apaga y vámonos.» Mi problema es que no he
apagado. Y que seguimos aquí. «Generalísimo», «Primo
de Rivera», «Sanjurjo», «Mola», «Héroes del Alcázar» ¿No les vale? Ahora parece que el
Gobierno de Rodríguez Zapatero se propone restituir el honor de las víctimas
del franquismo. Empezaré diciendo que por
mí no se molesten: jamás pensé que mi honor estuviera en juego por haber sido
perseguido, torturado y encarcelado por el franquismo. Antes al contrario. Lo que sí creo que
conviene es que tengan en cuenta la concatenación lógica que implica su decisión. Si el levantamiento
militar franquista fue ilegal e ilícito, todo lo derivado de él también. Si se cataloga legalmente
de abominable la dictadura franquista, también deberán recibir idéntico trato
los títulos que otorgó. Si la dictadura franquista
fue horrible, quienes colaboraron con ella deberán ser considerados cómplices
del horror. No llevo la cuenta exacta
pero, si quieren -y por situarnos en el terreno material, que es el que mejor
suele entender esa gente-, les doy una lista nominal de los dineros que tendrían
que dejar de abonar y de los que deberían empezar a pagar para ser coherentes
con esa decisión.