Manuel Sacristán Luzón (1925-1985), 25 años después.
Un prólogo para un clásico (polémico) de la
tradición (I)
Salvador López Arnal
UCR
30 de Enero de 2010
1.-Nadie
se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.
2.-
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.
3.-(Traducción
al chino).Nadie
se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas)
4.-(Interpretación
del pesimista).Nada
es lo mismo,
nada.permanece. Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.Ángel
González, Glosas Heráclito
El prólogo que Manuel Sacristán escribió para su
traducción castellana de La subversión de la
ciencia por el señor Eugen Dühring de Engels
(Grijalbo, México, 1964, pp. vii-xxviii) –que, como
en otras ocasiones, fechó significativamente el 1º
de Mayo- fue incorporado al primer volumen de sus
“Panfletos y Materiales” [1].
Javier Muguerza ha considerado ese escrito como “el
texto filosófico más significativo de Sacristán -el
que más me impactó cuando lo leí y prolongó más
duraderamente dicho impacto”. Gregorio Morán [3]
señaló que “otro tanto ocurrió con su soberbio
prólogo al Anti-Dühring de Engels; fue un
texto capital en la formación marxista de una
generación”. Por su parte, Félix Ovejero [4], en un
artículo escrito poco después del fallecimiento de
Sacristán, destacaba que
[…] apenas veinte páginas tenía la introducción de
Manuel Sacristán a la edición castellana del
Anti-Dühring, de Engels; veinte páginas que
enseñaron a varias generaciones de marxistas mucho
más acerca de lo que significaba ser marxista que la
marabunta editorial de unos años más tarde.
Más recientemente, Juan-Ramón Capella [5] ha
recordado que algunos textos del joven Sacristán:
[..] como su prólogo a la edición del Anti-Dühring
de Engels publicada en México, eran recomendados de
boca en boca entre los estudiantes como
“introducciones al marxismo”. Sin embargo, es una
variante especialmente analítica y reflexiva del
“materialismo dialéctico” la que Sacristán proponía
en este texto.
El mismo Fernando Claudín, poco después de la
publicación del clásico engelsiano en Grijalbo,
escribió un detallado comentario sobre el prólogo de
Sacristán para Cuadernos del Ruedo Ibérico
(octubre-noviembre 1965, pp. 49-57): “La tarea de
Engels en el Anti-Dühring” y nuestra tarea
hoy” [6].
Para la reedición del texto de Engels en OME,
la edición de las “Obras de Marx y Engels” que
dirigiera en los años setenta para editorial
Crítica, Sacristán escribió la “Nota editorial sobre
OME 35”, pp. IX-XIX, y en una de las carpetas
depositadas en Reserva de la Biblioteca Central de
la UB, fondo Sacristán, puede consultarse, además de
otros materiales de interés, unas anotaciones de
lectura que llevan por título: “Anti-Dühring,
agosto 1976, en la preparación de la edición OME”.
“La tarea de Engels en el Anti-Dühring” -este
es el título que Sacristán eligió para su prólogo-
es, sin duda, uno de sus trabajos más reconocidos y
que más han instruido, texto donde puede verse
algunas de sus aproximaciones de más interés a
categorías centrales de la tradición marxista
revolucionaria como materialismo, dialéctica,
engelsismo, concepción del mundo, práctica,
cosmovisión marxista,… algunas de ellas, y el tema
es importante, matizadas conceptualmente por él
mismo en artículos posteriores.
“La tarea de Engels…” está estructurado en cinco
apartados: 1. Por qué fue escrito el Anti-Dühring.
2. Qué es una concepción del mundo. 3. La concepción
marxista del mundo. 4. La presentación de la
dialéctica marxista en el Anti-Dühring. 5. La
cuestión del “engelsismo”.
Sacristán explicaba del modo siguiente las razones
que habían movido al autor de La situación de la
clase obrera en Inglaterra a escribir una
detallada crítica a las concepciones filosóficas,
políticas y económicas de Eugen Dühring:
Vorwärts
(Adelante), el órgano del Partido
socialdemócrata alemán, empezó a publicar el 3 de
enero de 1877 una serie de artículos de Engels bajo
el título general “La subversión de la filosofía por
el señor Dühring”. La serie terminó de publicarse el
13 de mayo del mismo año. Sin embargo, el 27 de
julio de 1877 aparecía el primer artículo de una
nueva serie: “La subversión de la economía por el
señor Dühring”. Una parte de esta serie, el capítulo
X de la segunda sección del libro, “De la ‘historia
crítica”, es obra de Marx, no de Engels.
El último de los artículos de esta segunda serie
apareció en Vorwärts el 30 de diciembre de
1877. Una tercera serie comenzó a publicarse el 5 de
mayo de 1878 y concluyó el 7 de julio, dos meses más
tarde. El título general de esta última serie era
“La subversión del socialismo por el señor Dühring”.
Eugen Dühring era un Privatdozent, un
profesor sin cátedra de la Universidad de Berlín que
en 1868 había publicado una reseña del primer
volumen de El Capital de Marx.
[…] Dühring hizo poco después una profesión de
socialismo y empezó a ejercer cierta influencia en
el partido socialdemócrata alemán. La influencia de
Dühring pareció muy negativa a Liebknecht, a Marx y
a Engels. El primero, desde Alemania, urgió de
Engels una toma de posición respecto de Dühring.
Engels consultó con Marx, y éste contestó que la
toma de posición no podía tener lugar sino
“criticando sin ningún miramiento a Dühring” (carta
a Engels de 25-V-1876).
En esa misma carta, Marx recordaba que los escritos
de Dühring carecían en sí mismos de importancia
teórica, hasta el punto de que su crítica sería “un
trabajo demasiado subalterno”.
[…] Marx ve el peligro, poco importante, de Dühring
en la satisfacción que suscita entre los
“artesanos”, como dice Marx -es decir, entre los
triviales escritores socialistas sin preparación
científica-, la lisonjera acogida que les dispensa
Dühring y que ellos tienen por fuerza que comparar
con la severidad con que Marx ha tratado siempre a
los semicultos sin espíritu científico.
Efectivamente, apuntaba Sacristán, Eugen Dühring era
muy poca cosa. Ni casi un siglo después ni en
tiempos de la segunda edición del libro engelsiano
quedaba ya nada de la obra del pedagogo berlinés que
parecía “haber tenido el destino de darse siempre de
cabezadas con grandes figuras científicas, como Marx
y el físico Helmholtz”. El propio Sacristán
recordaba en su nota editorial de 1977 para OME-35
[7] las críticas de Helmholtz y de otros
catedráticos berlineses, y la expulsión de Dühring
de la Universidad de Berlín:
Referencia Prólogo:
El prólogo de Sacristán en la
red:
http://archivo.juventudes.org/node/114
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/