No
consiento que se hable mal de Franco en miRamón Pedregal Casanova.
UCR 16 de Enero de 2009
Laura Freixas en el prólogo a Madres e hijas se mete dentro de la argumentación del machismo imperante en el mundo literario e indica sus consecuencias. Considera que uno de los problemas aparece en algunas escritoras cuando asumen los contenidos machistas, repercutiendo así en su forma de nombrar, dados por los prejuicios de unas y otros, de lo que resulta toda una línea de defensa de lo establecido. Culmina con la contradicción entre mujer ente social y la venta del arte como representación individual.
Los impedimentos puestos a las mujeres a lo largo de la Historia para acceder a los medios de formación creados por y para los hombres, hacía a estos exclusivos y excluyentes en el mundo de las letras. Con los cambios habidos en el siglo XX las mujeres se han ido incorporando a la literatura bajo el fuego cruzado de los críticos y la mirada vigilante del núcleo granítico de aquellos que ocupan los órganos de representación formal ante el conjunto, léase por ejemplo Real Academia, léase premios institucionales,… léase … La autora recoge algunas críticas de los llamados especialistas sobre los libros escritos por mujeres como representativas de las ideas que se vierten en los medios de difusión cotidianamente, son consideraciones de menosprecio, prejuicios ocultos bajo tópicos, lenguaje que niega el análisis, términos que difunden como representación de la mujer, por ejemplo: literatura de segunda, culebrones, revistas de moda, … cuando la dirección de la industria, la conducción social, la programación, la difusión de modelos de vida es impulsada por hombres y obedece a su exclusivo punto de vista bajo el que hacen marchar a la sociedad en su conjunto.
Freixas niega que lo masculino sea lo universal, y se niega a aceptar la validación del termino segundo sexo para lo cual reclama a las mujeres escritoras un lenguaje que las haga presentes.
Nos advierte de aquello que sobresale en la literatura de mujeres: la importancia de lo cotidiano y concreto; prototipos de heroína distintos de los que hallamos en novelas escritas por varones; ciertos estereotipos en los personajes masculinos; imágenes recurrentes, como el agua o la habitación cerrada; un lenguaje a la vez más inhibido y más matizado que el de los varones, y un largo etctera. Y un dato que va a resaltar en la selección que hace en Madres e hijas: Solo las mujeres han escrito sobre la relación entre madres e hijas. El tema no había salido antes a la palestra literaria porque las mujeres aparecen como escritoras muy recientemente y son ellas las que lo tienen en cuenta.
Con respecto al tema madres e hijas, quiero recordar a los lectores un reciente y magnífico libro autobiográfico, cuya autora, la escritora Marta Sanz ha titulado Lección de anatomía.
Laura Freixas deslinda los diferentes aspectos para dejar claro el valor de la obra literaria en si, y dice que no se trata de que las obras literarias representen a un género (ella escribe sexo) u otro, sino que la calidad literaria radica en la capacidad del texto de conferir a lo particular una dimensión universal.
Con respecto al contenido de éste libro, ella misma dice que lo que le interesa es un debate abierto sobre la literatura y el género, y dejar claro que la mujer ha añadido algo propio, característico a las letras.
La selección de autoras parte de la primera mitad del siglo XX y llega hasta hoy, comienza por Rosa Chacel y termina con Luisa Castro, recorriendo mundos subjetivos, conciencias florecientes, tránsitos, tensiones intrínsecas en una relación de dependencia, son narraciones cuyos argumentos descubren lo pocas veces rebelado para la mayoría de los hombres y que con su lectura se comparte y se descubre.
------------------
Titulo: Madres e hijas.
Edición y Prólogo de Laura Freixas.
Editorial: Anagrama. Narrativas hispánicas. Barcelona 2008.
Ramón Pedregal Casanova es autor de Belver Yin en la perspectiva de género, editado por Bubok.com
