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 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

Clara Sánchez, Premio Nadal 2010:"Algunos monstruos se esconden tras los rostros más amables"

 


Alberto Ojeda

El Cultural 9 de Enero de 2009


      Clara Sánchez ganó en la noche de Reyes el Premio Nadal con "una intriga psicológica de tintes negros y una base histórica". La novela que responde a esta descripción, dada por ella misma, es Lo que esconde tu nombre, en la que la autora de títulos como Presentimientos (2008) y Últimos días en el paraíso (Premio Alfaguara 2000) escarba en un capítulo histórico poco aireado en España: la acogida de responsables del régimen nazi en nuestro suelo durante el franquismo, que, posteriormente, llegada la democracia, han continuado gozando de "una vida normal de jubilados a la orilla de la playa".

Pregunta.- El impulso de escribir esta novela surge cuando ve una fotografía en el periódico de dos antiguos nazis en la Costa del Sol...
Respuesta.- Sí, era un matrimonio que vivía oculto en España... Bueno, oculto entre comillas, porque hacían una vida normal de jubilados a la orilla de la playa. Esos ancianos me impresionaron. Tenían cara de no haber roto un plato nunca, un gesto amable en sus rostros. Pensé entonces: la de monstruos que se esconden tras caras así. Son los que más miedo dan, porque es más difícil reconocerlos.

P.- A pesar de que de que la trama tiene su raíz en un capítulo muy concreto de nuestra historia contemporánea, el genocidio nazi, dicen que Lo que esconde tu nombre tiene más de novela negra que de histórica.
R.- Es una intriga psicológica con tintes negros y una base histórica. Todos los personajes que aparecen, y que forman parte del eje del mal, son reales, aunque he cambiado sus nombres, salvo el de Aribert Heim, el carnicero de Mathausen, porque es como una especie de símbolo de todos ellos.

P.- Estos siniestros personajes fueron acogidos durante el franquismo, pero luego, durante la democracia, tampoco han sido perseguidos.
R.- La democracia española debe avergonzarse por ello, es un capítulo de nuestra memoria histórica que ha sido descuidado. En un estudio de la Centro Simon Wiesenthal se sitúa a España en el escalón más bajo en cuanto a la colaboración ofrecida para perseguir a los nazis escondidos en nuestro suelo. Es algo indignante.

P.- ¿Qué tipo de condenas cree que deberían aplicárseles, teniendo en cuenta que desde que cometieron sus crímenes ha transcurrido más de medio siglo?
R.- Bueno, hay países que siguen extraditándoles cuando consiguen arrestarlos, y luego son juzgados en los tribunales, pero es que en España apenas se ha hablado de este asunto; es algo que no ha calado a nivel popular.

P.- Dice que ha hecho un gran esfuerzo para comprenderlos. ¿Por qué les cuesta tanto arrepentirse?
R.- Piensan que hicieron lo que tenían que hacer y que su conducta respetaba la legalidad; una legalidad que les permitió llevar a cabo sus atrocidades. En la novela, cuando la víctima consigue hablar con sus verdugos, éstos le explican que no tenían nada personal contra él, que ellos querían un mundo de una determinada manera, y que su muerte y la de otros muchos era una fase inevitable que había que cumplir para alcanzarlo. Seguían un programa, al que se aferran para justificarse y no sentir culpa.

P.- ¿Justifica la venganza entre las víctimas de los campos nazis?
R.- En mis novelas huyo de moralinas, porque éstas limitan a la hora de escribir. Intento no juzgar a mis personajes. Julián no se quiere vengar de una manera tradicional, pero no es un santo, y si tiene la oportunidad le gustaría hacerles probar su misma medicina. Es lo menos que puede desear. No tiene por qué perdonar.

P.- ¿Cómo le ha sentado ganar el Nadal?
R.- Me siento muy afortunada, y orgullosa. El Nadal es uno de los premios más estrictamente literarios de los que se conceden en nuestro país. Además, esta tarea de escribir tiene muchos altibajos, hay que tener mucha fe y evitar que te mellen demasiado los sinsabores. Por eso, reconocimientos como éste te dan fuerza para seguir.

 

 

 

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