Ningún hecho
político trascendente ha tenido lugar en este país,
durante los últimos treinta años, que no fuera
previamente autorizado o decidido por el rey Juan Carlos
I. La defenestración de Arias Navarro, el nombramiento
de Adolfo Suárez, las conversaciones con Santiago
Carrillo, la legalización del PCE, la dimisión del
primer presidente de la democracia, el 23-F, el Juicio
de Campamento, los GAL, las misiones de las Fuerzas
Armadas en el exterior, el apoyo logístico a la Primera
Guerra del Golfo, los nombramientos de la mayoría de los
ministros y de todos los de Defensa, las conversaciones
con ETA... etc., etc., son quizá los más importantes,
pero no los únicos, en los que el inefable inquilino de
La Zarzuela ha intervenido directamente haciendo valer
una autoridad y un poder personal que en absoluto
contempla la Constitución.
Podríamos decir
por lo tanto, sin exageración alguna, que el 22 de noviembre
de 1975 una nueva dictadura más sutil, de rostro más amable,
enmascarada en una formas democráticas aceptables para
Europa y la comunidad internacional pero quizá más perversa
y engañosa por actuar en la clandestinidad de palacios y
altos despachos, sucedió a la anterior del yugo y las
flechas. Apoyada en el propio Ejército franquista (que
actuaría a partir de entonces de sólido valladar ante las
aspiraciones de los políticos verdaderamente demócratas), en
los todopoderosos servicios de Inteligencia de las FAS (que
transformarían al heredero de Franco en el hombre mejor
informado del país) y también en el pánico cerval del pueblo
español a tener que enfrentar una nueva guerra civil. |
Primeras
páginas
Precio:
20€
Páginas: 384
ISBN: 978-84-96626-70-6
Edición: 1ª (12-02-2008)
Publicación: 12-02-2008
Formato: 15,5 x 22,5 Rústica
Colección:
Contrapunto
Género: Ensayo
Tema: Historia de España
|